sábado, 27 de junio de 2009

Me voy ....

Este es el ultimo post desde Japon. En cuatro horas cojo el avion a Paris y de alli a Barcelona.

Espero rellenar el espacio entre este post y el ultimo actualizado (Libro de visitas) pronto. Las fotos de Picasa si que estan actualizadas, aunque faltan las del mercado de pescado que son impresionantes.

Arigato odaimas,

jesus (aka Takeshi)

lunes, 22 de junio de 2009

Los borrachos o la mujer tradicional

Llegamos a Kyoto a las 8 de la tarde (según lo previsto) y encontramos el Ryokan a la primera. Vimos nuestra habitación (estaba bastante bien), dejamos las maletas y nos fuimos a buscar sitio para cenar.

Primero fuimos a inspeccionar el terreno = echar una cerveza. El sitio que elegimos no era la alegría de la huerta, así que duramos poco. Encontramos un callejón donde estaba el ambiente que buscábamos: hasta había un bar con una pata de jamón. Nos dijimos que a ese bar volveríamos y fuimos a buscar sitio para cenar. Elegimos el más guarro de la zona: tenía unas cortinas transparentes en la puerta y un olor a fritanga que tiraba p’atrás … pero estaba petado de gente. En Japón se les conoce como Izakaya.

Nos sentamos y el camarero nos recomendó las especialidades: sashimi, pollo frito, etc. Pedimos todo eso y un par de jarras de cervezas.


La noche iba avanzando, y a la espalda de Óscar ya estaban las estrellas de la noche: Maki y Haze. Los tíos se habían metido como 6 o 7 cervezas y estaban bastante animados. De repente, se pusieron a hablar con Óscar y un minuto después estaban sentados en nuestra mesa.


La conversación empezó bien: ¿De dónde sois? ¿Dónde trabajáis? Estos eran ingenieros y trabajaban en Sagem …. pero pronto derivó a terrenos más pantanosos. Quisimos explicarles lo que era la siesta, pero eso lo sabían. Lo que no sabían era la siesta del carnero (Sheep Siesta) … ni la siesta completa (al oír esta explicación, Maki se echaba las manos a la cabeza y no paraba de pegarle codazos a Óscar). Detrás de nosotros había una japonesa que llevaba un cinturón algo ancho … nosotros les dijimos que nos parecía muy guapa y ellos nos dijeron que preferían a la mujer tradicional (sic) … Esto lo dijeron un lunes a las 11.30 de la noche borrachos como cubas a una hora en tren de su casa … Qué grande son los japos!!!! Aquí hubiera aplicado el chiste de Torrente: Si es que las visten como …. Pero era complicado de traducir.




Viva la mujer tradicional!!! … y las otras también!!!

P.S.: Tranquila Sandra, que no nos metieron a la cárcel

Tokyo (Ryogoku) y llegada de "el otro"

El lunes por la mañana (estoy actualizando el blog el viernes 26 por la tarde), no salí tan temprano del Ryokan como los otros días. Aunque quería hacer muchas cosas, dejé la mayoría de ellas para mi vuelta a Tokyo y fui solamente a ver el barrio de Ryogoku que es famoso por los luchadores de sumo que viven en él.

Cogí el JR hasta Akihabara donde hice transbordo hasta Ryogoku. Al lado de la estación está el estadio nacional de Sumo (Ryogoku Kokugikan) y aunque mi intención era visitarla, los vigilantes del estadio cruzaban los brazos delante suyo (que en Japón quiere decir no).


Esto ya lo sabía, lo que quería es que me diesen un plano para visitar las “beyas” (escuelas de sumo) … pero el vigilante no lo entendía. Hay que decirlo como lo diría Julio Iglesias: “Beeehhhyyyaaaa”, pero no muy fuerte. Así sí que te entienden ;)

Con el plano en la mano, empecé el tour. Lo chungo era encontrar los carteles, ya que los letreros venían en kanji (escritura japonesa) y era imposible identificarlos con los nombres del mapa. Preguntando (sí Sandra, preguntando) aquí y allá fui encontrando las escuelas. Algunas estaban cerradas y en otras me ponían mala cara cuando me veían por la puerta. Mientras daba tumbos por el barrio, encontré este aparcamiento de coches tan curioso.


Cuando ya pensaba que la excursión había sido en balde, encontré a tres luchadores de sumo en la puerta de su beya y empecé a hablar con ellos. De qué? El que es friki sabe de sumo y de lo que haga falta ;) Hablamos de las categorías (al mejor de ellos le faltaban tres categorías para yokozuna), de su comida (comen un guiso que se llama chanko – una especie de rancho), de los basho (son los torneos en los que compiten, el próximo es en Nagoya), de los horarios de entrenamiento, … Míralos que majos y que tirillas se me ve a su lado.


De vuelta a la estación de tren, encontré este jardín japonés tan bonito.


No venía en la Lonely Planet y yo tampoco recuerdo como se llama, pero está al norte del estadio de sumo. Una vez en la estación de Ryogoku, vuelta a Ueno con la JR. Menos mal que ya sabía mi camino, porque si me tengo que orientar por el cartel …


En esta estación ví una cosa curiosa, una marca en el suelo rosa que asocié a vagones para mujeres (existen en Japón). Yo por si acaso .. me metí en uno de estos, pero la distribución hombres-mujeres era la misma que la de un vagón convencional.

Al final, excursión al aeropuerto para ir a buscar a “el otro” que llegó sin mucho jet-lag. Desde Narita, directos a Kyoto con el Shinkansen.

Libros de firmas

Una de mis aficiones favoritas cuando viajo es la de ojear los libros de firmas. De esta "experiencia" he desarrollado la teoría de que los españoles (incluidos catalanes y vascos) tenemos un gen común que hace que cuando tenemos un papel en blanco pongamos algo que "haga de reír". En el restaurante de Nikko la gente deja sus impresiones. Pongo una foto que tiene comentarios españoles (esquina superior izquierda -"... si le tocas el culo a la iaia te invita a los postres ..."- e inferior derecha -"Españoles por el mundo: Franco ha muerto! ..."-):


De todos los comentarios que he visto nunca, los dos mejores ejemplos los encontré en París:

1. En el Puente del Alma (santuario no oficial de Lady Di) donde casi todo el mundo suele poner "La princesa de nuestros corazones" y cosas parecidas, un vasco puso: "Gora Diana, Aupa Dodi!"

2. En la Conciergierie, leí la madre de todos los comentarios: "Qué suerte tiene París y Francia de que las haya visitado. Paco de Málaga".

Con dos cojones!

Marcas

A veces los nombres de algunos productos no tienen una traducción universal y adquieren significados curiosos en otros idiomas (por el ejemplo el Opel Corsa es el Chevrolet Nova o el Mishubitsi Montero es el Mishbutsi Pajero).

Aquí he visto el hotel Kanaya y este zumo ...


... que no dice si tiene alto contenido en fibra ;)

Naranjito strikes back

El sábado cuando paseaba por Yokohama ví este cartel y las peores pesadillas vinieron a mi cabeza.


Citronio no debe andar lejos ...

... y Tokyo

Por la tarde fui a Tokyo. Visité el Yoyogi Park, Shibuya y Shinjuku.

Desde la estación e Tokyo (donde ví el primer Nozomi del viaje: impresionante) cogí la linea Yamamote para ir a la estación de Harajuku. Mi intención era ver las pandillas de frikis disfrazados que pululan por el Yoyogi Park los fines de semana. Al final sólo pude ver un grupo de 4 a la entrada. Sin embargo, el parque me impresionó: es un bosque en medio de Tokyo. Tiene un santuario, el Meiji-Jingu, en su interior.


Desde aquí fui andando a Shibuya hasta que llegué al famoso cruce. Nunca he visto tanta gente junta en mi vida. Entré a un par de tiendas de gadgets (no ví nada diferente de lo que hay en España: las estrellas son los microportátiles y el iPhone) y a la tienda Asics. Estuve un rato hasta que encontré la estatua de Rachiko (lo del -iko debe ser por lo pequeña que es como el Toriko o la Pilarika ;), Esta foto es de una de las calles que baja a Shibuya.


Desde la estación de Shibuya subí hasta la estación de Shinjuku (una de las más grandes del mundo con más de 3 millones de viajeros al día!!!). Di una vuelta por Shinjuku este y me sorprendió encontrar este santuario en medio de todo este follón: Hanazononinja.


Salí del santuario para pasar por el Golden Gai que es una zona de bares de hombres (sólo para japoneses). Luego pasé Kabukicho que es el barrio rojo más famoso de Tokyo. Está lleno de luces y hay un montón de gente paseando por lo que no es nada sórdido. La estrella de los carteles es una japonesa (que debe rascar los 18) vestida de enfermera.

De allí vuelta a la estación de Shinjuku y con la Yamamote Line de vuelta a Ueno.

Hoy viene "el otro", a ver como llega.

P.S.: Watanabe ha dado señales de vida ..

Nikko ...

Ayer fui a Nikko tal y como estaba previsto. "Sufrí" la puntualidad del Shinkansen, ya que el que tenía que coger (el de las 7:22) se fue cuando estaba bajando las escaleras al andén. Esperé al siguiente (el de las 7:46) y me situé en el punto que indicaba el andén para mi vagón (el 1). Allí apareció el tre: puntual y en el sitio.


Llegué Nikko a las 10 y tras "preguntar" en la oficina de turismo fui a la zona de los templos. Primero hayque cruzar el Shin-Kyo, una de las fotografías más conocidas de Japón.


La zona de los templos es bastante compacta y se visita bastante rápido. No hay ninguna indicación en inglés por lo que la guía se hace imprescindible. Los templos son muy bonitos: a mí me gustó particularmente el Taiyuin-Byo porque está más apartado y menos expuesto a las hordas de turistas.


En el templo principal, el Toshu-Gu, se estaba celebrando una boda. Al principio, pensaba que eran maniquis de lo quietos que estaban, pero luego se volvieron a sentar. En un lateral, estaban los músicos que tocaban una especie de guitarra y una flauta que hacía un sonido muy agudo.

Después de salir de la zona de templos, fui al abismo de Gamman-Ga-Fuchi. Es el típico sitio al que no llega casi nadie pero que es muy bonito (como la palestra en Ampurias, vamos). Es un sendero con un montón de estatuas sobre un cañón del río Daiya.


Aquí acabé la ruta en Nikko y me fui a comer al Hippari Dako: Yakitori, Tsukune, Noodles y Arroz por 850 JPY. Lo llevan una yaya y su hija que son muy peculiares (dan conversación infinita en japinglish ...).